19 diciembre 2012

...así los amigos.

En nuestros buenos tiempos muchas cosas funcionaban diferente, hoy son mis buenos tiempos, hoy son tus buenos tiempos; pero no son los mismos los tuyos que los míos. Yo sé que debes andar en el rumbo más cercano a mi olvido; nunca fue doloroso, sólo dejó de funcionar el velcro de nuestros intereses.

Después de varios "tengo algo que hacer", "lo dejamos para otro día" o "igual nos vemos"; debe haber una comprensión que dejara claro que ya no sucederán las pláticas de ocho horas, tampoco se repetirán las aventuras espontáneas a la isla de mujeres, no ocurrirán ocurrencias de las solterías o las nuevas buenas nuevas.

La amistad tiene unas tres o cuatro capas de pintura, creo que rara vez se renueva; generalmente se acaba una tras otra capa hasta que son dos bases incoloras o de tonos completamente diferentes. Las brochas se acabaron, fuimos malos pintores o dejamos fluir la energía de nuestro destino; pero sí hubo una decisión, una que puede no ser comprendida y pudo no haber sido consciente.

Caminando recuerdo que caminaba recordando, mis deseos tienen que ver con tus deseos de disfrutar a los amigos, tal y como son, lo que te duren.

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